BREVE HISTORIA DEL DISEÑO GRÁFICO Parte 2: La Revolución Industrial y sus consecuencias


Entre mediados del S.XVIII y XIX se dio una importante revolución a nivel continental que cambió la sociedad y su sistema de producción: la Revolución Industrial.
La impresión, a principios del s.XIX,  bebió de estos avances, y logró una mayor velocidad gracias  a la unión de la máquina de vapor y la prensa mecánica. Con la aparición de las máquinas, el éxodo rural, los nuevos sistemas de transporte y aperturas de vías de comunicación, los grandes mercados nacionales e internacionales, etc, se provocó una gran acelaración en el sistema de producción. El coste de los productos creados en serie era menor que los realizados artesanalmente y la cantidad muy superior. Comenzó la competencia a gran escala entre unos productores y otros, por lo que las fábricas, antes de enviar los productos a su destino les colocaban un logotipo o insignia símbolo de origen y calidad. Bass & Company, una marca de cervezas británica, fue la primera marca registrada mundialmente. Algunos productos, como el jabón empaquetado, tuvieron dificultad para competir con productos locales. Se hizo necesario transmitir gráficamente confianza y calidad al consumidor, pero no fue hasta los años cuarenta del S.XX, cuando los fabricantes comenzaron a estudiar las relaciones sociales y psicológicas que hay entre los consumidores y las marcas.
La nueva posibilidad de difundir masivamente los mensajes, junto con el crecimiento de las urbes, propició el nacimiento de la publicidad como medio de comunicación masiva. En 1833, el New York Sun, exitoso pionero de la prensa barata, contenía abundante publicidad entre sus páginas. Ésta también se propagó mediante el cartel. Los primeros carteles estaban impresos en xilografía o mediante grabados en metal y su diseño y colorido dejaban mucho que desear. El desarrollo de la litografía de tres colores (magenta, amarillo y cyan), de la mano de Cheret, permitió imprimir con los siete colores del arco iris. Se combinaba palabra e imagen en un formato atractivo y económico. Comenzando en el París de 1870, se expandió por las ciudades de Europa y América, convirtiéndose en el principal medio de comunicación de masas. En 1891, el primer cartel del Toulouse Lautrec elevó esta técnica a la categoría de arte, y en 1894, Mucha creó el primer cartel Art Nouveau. Festivales, ópera, productos alcohólicos y del hogar o corridas de toros fueron algunos de los principales temas tratados en los carteles. Hacia 1850 se comenzaron a utilizar fotografías para anunciar productos comerciales, pero tenían más prestigio las ilustraciones.
 El estadounidense Prang popularizó unas tarjetas ilustradas por cromolitografía llamadas “fragmentos” o “recortes”, que expresaban la dulzura, la nostalgia, y los valores tradicionales de la época victoriana. Más tarde hizo tarjetas de Navidad, cumpleaños, San Valentín, Pascua y Año Nuevo. Estas realizaciones evolucionaron a tarjetas comerciales en la década de 1870, pero Prang no fue pionero en esta rama, ya que en el siglo anterior ya se habían creado tarjetas ilustradas comerciales de la mano de grabadores de placas de cobre.

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